miércoles, 20 de agosto de 2008

¿Qué tan discriminativos son realmente los niños?

Después de una interesante clase y tomando las palabras de mi profesor... me cuestioné la manera en la que yo abordaba el tema y le encontré toda la razón a su postura... asi me cuestiné: ¿qué tan discriminativos y crueles son realmente los niños?...¿quién no tubo un compañero al que llamaran "guatón X"?, o el "mecha de clavo", el "negro", el "moto con llave", el "cabeza de mundo", y otros tantos sobrenombres más que suelen ser más crueles...

Hoy el profesor comentaba que él hacia refleccionar a sus "usuarios" acerca de cuando son molestados por sus copmpañeros con sobrenombres en relación a su discapacidad, así tomo el ejemplo de un joven que era llamado "el cojo" por sus compañeros. Este niño se sentía enormente discriminado por las palabras de sus pares y esto afectaba directamente su autoimagen y autoestima. Preguntándose y refleccionando sobre el comportamiento general de los niños... y recordando en esto a mi amorcito y sus experiencias escolares... me hizo preguntarme ¿a qué niño no se le ha llamado por un sobrenombre entre sus compañeros?...¿a quién no se le "molestó" cambiándole su nombre por alguna característica particular y llamativa, ya sea de nuestro cuerpo, apellido, chascarro y otro que nos identificara?...

Entonces este niño con discapacidad ¿no tendría como característica más llamativa las consecuencias de su patología?? y mas aún lo que más resonó en mi cabeza... ¿no sería entonces más discriminativo, no ponerle sobrenombre como a todos, excluyendolo de esta situación?... pues si... si el niño es invitado a jugar, es integrado en las conversaciones y entre otras cosas además se le coloca un sobrenombre... está siendo incluido al igual que cualquiera de sus compeñeros. Si este niño no presentara esta característica dada por su situación de discapacidad sería nombrado por otra característica personal.

Entonces en realidad sería discriminación si a ese niño no se le incluyera en estas actividades, no se le "molestara" y por el contrario fuese ignorado y dejado fuera de toda la actividad social que se da en su medio escolar...

Así, este tema se quedó en mi cabeza y recordé cuando mi novio me cuenta sus anécdotas escolares en las que el era el rey del sobrenombre, cualidad que jamás me pareció alabable y que siempre observé como un problema de discriminación; ahora más que entender el por qué se realiza esta acción, la acepto como parte de la idiosincracia del chileno promedio, que socialmente es aceptada y que más aún, son los mismos padres los que se las transmiten a sus hijos convirtiéndolas en parte de nuestra cultura y sociedad. Y como nuestro objetivo último es la inclusión en esta sociedad de todas las personas, no podemos dejar de hacer participe de esta característica tan propia, a las personas en situación de discapacidad. Aún más si pensamos que todos en algún momento nos convertimos en personas en situación de discapacidad.

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